El
presidente de la organización ambientalista, Asociación Norte por la Vida
(UNOVIDA), Otto Méndez, fue a una reunión comunal y salió con la amenaza de
quemarle su carro. Lo ocurrido fue al calor de una reunión convocada por
COOPELESCA sobre un Proyecto Hidroeléctrico (PH) en la Tigra de San Carlos,
donde asistieron algunos habitantes del asentamiento El Futuro de La Tigra.
Don Otto
Méndez asistió para informarse sobre el proyecto hidroeléctrico "El
Futuro", archivado meses atrás por SETENA y "resucitado" por
COOPELESCA como proyecto “La Unión.” El proyecto fue rechazado por UNOVIDA y
por más de 700 firmas de vecinos y vecinas de las comunidades vecinas que
fueron presentadas a SETENA.
Méndez
propuso en la reunión a Omar Miranda, gerente general de la Cooperativa de
Electrificación de San Carlos, un debate sobre promesas de empleos y beneficios
de dicho proyecto que, COOPELESCA ha anunciado en una comunidad con muchas
necesidades, entonces, las personas asistentes empezaron a insultar a
Méndez, actitud que fue consentida por Miranda. Finalmente vino la amenaza de
parte de uno de los asistentes a la reunión.
Esta sería
la tercera vez que distintos proyectos e intereses provocan una amenaza de
muerte o de quemarle sus propiedades ( Ver más). Por lo cual,
FECON solicita la solidaridad de las personas, comunidades y de las
organizaciones nacionales e internacionales.
Desde
FECON, señalamos como responsable a COOPELESCA por los eventuales daños que pudieran
sufrir la vida y los bienes de Méndez o su familia, considerando la actitud
que, pareciera, de complacencia frente a la estigmatización y las agresiones
verbales sufridas por el ecologista. Consideramos una vergüenza que una empresa
que se supone es de carácter social y lleva la bandera de la economía
solidaria, tenga un comportamiento típico de "trasnacional" al avalar
la intolerancia y la violencia ante quienes piensan diferente, y se oponen a un
proyecto determinado, haciendo uso de sus derechos ciudadanos.
Sobre este
proyecto hubo una denuncia del diputado Edgardo Araya (ver
más) y personas de la comunidad, por la tala de árboles, la preparación de
un camino y la afectación de zona protegida del Río La Tigra sin contar con la
viabilidad ambiental de SETENA, misma que finalmente se le denegó a la
Cooperativa por un incumplimiento de plazos (ver
resolución).
Las
comunidades de la Tigra, San Pedro, Las Palmas, Valle Azul y El Progreso, La
Lucha y Chachagua están opuestas a que se represe el único río La Tigra junto
con Río Chachagua sin represas en una región con más de 30 proyectos
hidroeléctricos y con el proyecto hidroeléctrico Arenal sufrió el trasvase de
más de 40 ríos del Caribe al Pacífico.
UNOVIDA, la
asociación a la que representa Méndez, nació hace 12 años con el propósito de
mejorar la calidad de vida de los habitantes de la Zona Norte, y fue clave en
su existencia para detener la minería metálica de oro a cielo abierto química
en Crucitas, por esta causa dos de sus miembros, el periodista Marco Tulio
Araya (2005) y el abogado Edgardo Araya (2011) fueron demandados por la empresa
minera. UNOVIDA fue también demandada por las denuncias hechas ante caso de
contaminación a un río provocada por un hotel de la zona.
La
estigmatización, amenazas, actos de violencia y asesinatos de ecologistas no
son hechos aislados, son más de 76 tipos de agresiones contra defensores del
ambiente en los últimas décadas, de las cuales ya hace mención la prensa
extranjera (The
Guardian , 19-03- 2015). Estos casos incluyen 20 casos de demandas
individuales y 7 demandas colectivas de más de 36 activistas locales que
defendían el ambiente y derechos comunitarios. Además de formas de persecución
y amenazas documentadas que incluyen al menos: 12 atentados o ataques directos,
10 incendios a casas o locales, 16 casos de amenazas de muerte. Toda esta
violencia ha culminado en los asesinatos de Jairo Mora, Antonio Zúñiga, Olof
Wessberg, Oscar Quirós, Jorge Aguilar, Óscar Fallas, Jaime Bustamante, María
del Mar Cordero, David Maradiaga, Kimberley Blackwell y Diego Armando Saborío,
defensores y defensoras del ambiente que se perpetraron entre 1975 y 2014, y la
mayoría de los cuales, aún se mantiene en la impunidad.
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